12/12/10

Asesino de asesinos 2

La noche era fría pero limpia de modo que detuvo el auto a unos cientos de metros de la mansión. Caminó entre temblores y transpiración; toda la templanza que tenía cuando estaba a punto de suicidarse había desaparecido, el miedo ganó el espacio que dejó vacío. Apretaba el arma fuertemente, como si buscara una seguridad que no tenía. No había perros ni vigiladores, solo un farol que iluminaba la soledad y permitía ver dos siluetas cercanas a una ventana con balcón. Saltó con esfuerzo dentro del jardín y se acercó lentamente hasta que las siluetas fueron devolviendo imágenes con más precisión. La de una hermosa mujer que parecía reclamarle algo al que iba a ser su víctima. Esperó en silencio temblando y transpirando hasta que un auto se detuvo en la puerta. Se le aceleró el corazón cuando el  ruido de unos tacos que atravesaban el jardín le parecieron clavos que se introducían en su cabeza. La mujer salió apurada y abrió la puerta del taxi que la esperaba. La luz iluminó su rostro y confirmó su belleza. Ahora o nunca. Arrojó una piedra a la ventana con fuerza. En instantes el hombre apareció en el balcón. Apretó el gatillo dos veces y el cuerpo pesado cayó cerca suyo.
No pudo evitar las arcadas. Cuando se recompuso corrió hacia el coche. Lo desafiaron los ladridos de algún perro vecino. En el  regreso no pudo evitar  que se le cruzaran las emociones. Por un lado el cuerpo muerto y por el otro la cara de aquella mujer. Dos íconos de su primer  asesinato. "Esto me empieza a gustar", dijo para sí......( continuará)

3 comentarios:

  1. Mas..........massssssssss

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  2. El querido asesino sufre aquéllas sensaciones de las primeras veces ... siempre es una cagada, pero con el tiempo, uno las recuerda con dulzura.

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  3. Tipo seguro, dijo que iba en busca de la victima.

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