Hace unos años cayó la pared. Y ahí, desnudo me vi de pronto. Y tuve que volver a empezar. Y aquí estoy...
17/3/11
Asesino de asesinos 21
La cabeza le ardía y era precisamente por el inclemente sol del mediodía. Luego de un par de días calientes recorriendo playas para encontrar aquella que coincidiera con la foto, Aureliano estaba en llamas. Su torso desnudo con lunares de buen tamaño, luego del sol acumulado, se asememejaba al interior de una sandía. Adquirió en un puesto callejero una camiseta de fútbol para cubrirse. Eligió la del futbolista del momento, Ganso. Y así andaba Aureliano con esa prenda que le apretaba desde todos los puntos cardinales, la bermuda multicolor, una pared blanca de protector solar en la cara, una gorra, un par de binoculares y el nombre de Ganso en la espalda. Bajó trabajosamente los 198 escalones del acantilado que lo llevaba a una playa de ensueño. Transpirando a mares levantó la vista y sus ojos se llenaron de alegría. Lo que veía en ese momento era lo mismo que se veía en la foto. -Este es el lugar, acá seguramente encontraré a la Loba- pensaba con su extraña mezcla de lógica y azar. Luego de dos agotadores días repitiendo la extensa caminata, refugiándose en las escasas sombras de los paradores, descompuesto por el exceso de cerveza y camarones, tuvo un raro sentimiento de frustración y culpa. Decidió que era el momento de hablar con su madre y pedirle disculpas. La mujer caminando por la orilla con sombrero y anteojos lo distrajo y sepultó la idea anterior. La observó con los binoculares y su corazón se aceleró. Miró la foto y volvió a la mujer. Se vanaglorió unos instantes de su inteligencia mientras seguía atentamente la caminata solitaria de, para él, la asesina. La Loba. -¿Y ahora qué?- se angustió. Obviamente hasta acá había llegado y todo lo que siguiera sería fruto de la improvisación. Como había sido hasta el momento, pero sin que Aureliano lo admitiese. De pronto vio cómo un hombre se acercaba a ella por su espalda. -Uno de los mafiosos- pensó mientras clavaba los ojos para no perderse detalle. Observó que el hombre le decía algo y ella quedaba paralizada.......( continuará)
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Bueno de ahora en más todo es posible.
ResponderEliminarEl famoso chamuyo paralizante será? Será Aureliano haciendose pasar por un vendedor de ballenitas en plena playa?
ResponderEliminarOjo que con la suerte de Aureliano en cualquier momento moja las patas en el mar, sale un cachalote que se lo entuba y encima lo meten en cana por zoofílico... y en la cárcel pasa a ser el deleite de la muchachada toda, no? La Loba le podría llevar pastelitos de membrillo, puchos y rush para mitigar su tiempo en la tumba... jajajaja!
Un abrazo
Jajaa!! Pobrecito, la descripción es terrible, lo mataste, encima la camiseta de Ganso!! Bueno, le pasa por llamarse así y meter goles a quienes no se debe :P.
ResponderEliminarVolviendo al tema, bien.. se cierra el momento desde el punto de vista de los 3 personajes, ahora se viene....!!
Besos!! (al interior de una sandía!! horror!! lo mataste!)
extraña mezcla de lógica y azar?
ResponderEliminarme dejó pensando si los que hacen este tipo de trabajo llegan a deducir quién es culpable de qué cosa con los métodos de Aureliano...
y por otro lado, Ganso? fue muy condescendiente lo suyo, a pesar de la descripción que no regaló, insisto que usted fue muy bondadoso
besos!!
me faltó una "s", donde dice "no regaló" debe decir "nos regaló"
ResponderEliminarsorry
me encantan esas descripciones Dany!!! este antihéroe improvisado es tan argento, taaaaan. El comment de Pablo no tiene desperdicio pppfffff
ResponderEliminarUn puema este episodio. Dany
Felicitaciones. Que gran recurso el de contar la historia desde la perspectiva de los tres protagonistas! Me tiene muy intrigado, quedo aguardando la próxima entrega.
ResponderEliminarJaja vaya pintas que me lleva Aureliano... muy emocionante, a ver como sigue ahora:
ResponderEliminarUn abrazo.
Ah! viene de relato.
ResponderEliminarO sea. 20 capítulos atrasada. verdad? Y quiero entender...
Bueno, mañana sábado con tiempo, me compro un kilo de helado y vuelvo. Pochoclo no porque engorda.
Un beso.
Quiero mas!!!
ResponderEliminar¡Qué continúe!
ResponderEliminarAureliano en llamas.
ResponderEliminarPodríamos decir, además, que tiene la suerte de los Gansos.
¿Y ahora?
No nos hagas esperar mucho.
Ahhhh , estas esperas son peores que los 198 escalones del acantilado Hombreeee!
ResponderEliminarSaludito
Cris//mujeresdesincuentay
paso agradeciendo tu visita a mi blog.
ResponderEliminarseguiré el relato, cuando continúe!!
buen finde.
kisses
Le tengo que confesar que Aureliano, me ha atrapado...
ResponderEliminarAhora si puede seguir...
Gracias por los comentarios. Bienvenida Demonicamente al relato y al blog. Cecy cumplió, no solo se leyó todos los capítulos de corrido sino que además hasta los comentó. Enorme satisfacción para mi que no haya apelado al resumen!
ResponderEliminarPor los comentarios de Cecy y su postura frente al personaje de Aureliano sería bueno hacer una confesión. Esta historia escrita hace un tiempo atrás, no pudo cerrarse. La densidad de los personajes me llego a asfixiar. Retomándola tiempo después la idea de incluir al tercer personaje ( Aureliano) me descomprimió la cabecita y aquí estamos a tres capítulos de un final con un epílogo todavía en duda.
Pablo estate atento para comentar.......jaja.
Disfruten que el fin de semana viene para estar afuera.
Bueno, esto se pone cada vez más interesante. Se me ocurren muchas cosas que ese hombre pueda haberle dicho al oido, y dependerá de quién sea... perfiero esperar la continuación y enterarme.
ResponderEliminarSaludos.
Me encantan estas ascuas en las que me dejas con este interesante relato que me parece muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte,
Andri
Creo suponer que el protagonista no se llama Aureliano por aquel que se apellida Buendia en la novela del Gabo, sino mas bien por alguno que con un dejo desaprensivo, le recordó a un hijo nuestro cuanto lo queremos... ¿Me equivoco?
ResponderEliminarCorrecto jaja. La historia viene hace tiempo y frustrado por las actuaciones del susodicho, le dediqué un personaje patético. Las vueltas del destino quisieron que el personaje haya crecido en los dos ámbitos. Quizá misteriosamente me haya venido a gritar el gol a la platea sur.
ResponderEliminarBienvenido Tano.!
Lo de Ganso en la camiseta está muy bueno y tiene bases en la realidad, ya que en Brasil podés tener cualquier sobrenombre y el mismo va derecho a tu camiseta en el caso de que seas deportista. En Brasil "Peru" habría sido la elección más real, pues es como ganso y tiene una connotación más sexual.
ResponderEliminarAhora bien, dejando de lado los tecnicismos. Parece Aureliano que dio con La Loba, o no... o sí, pero... Dany, hasta cuando con esta intriga.
Muy bien relatado, cotidiano, creíble, llevadero.
Por cierto, ya van 54, mirá que asíse empieza.
Te dejo un abrazo.
Humberto.
Creo que ahora estoy esperando que la mate...
ResponderEliminarAun en contra de sus impiadosas descripciones, el hombre parece tener cierto éxito. Es como si el personaje se le fuera de las manos :)
ResponderEliminarUn saludo.
Se me fue Yoni, se me fue. Sabe la cantidad de camisetas de Ganso que se están vendiendo.
ResponderEliminarCindy: Póngase de acuerdo. Si la mata, me mata o si la mato, se mata. Beso.
Hola, Dany:
ResponderEliminarUna nota nada más para comentarte que incluí un enlace de tu blog en el mío. También me dedico a esto del microrrelato y quizás te interese consultar la lista de microrrelatistas que allí aparece.
Un cordial saludo,
PABLO GONZ
Ganso? No era Saco? (acho que vc que morou em Brasil sabe a lo que me refiero!!)
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