Joaquín no lloró ni se angustió. No era de esa clase de hombres. Terminó prolijamente de leer el papel que tenía adelante, levantó la mirada y su mente comenzó a rebobinar su vida. Cuando tenía veinte años y consiguió aquel empleo en la construcción del edificio de departamentos de Villa Urquiza no se imaginó que ese lugar iba a ser su vida. Al terminar la obra fue contratado como encargado y ahí estaba hoy con sus sesenta y cinco años. Al principio fue un hombre feliz pero la relación con los vecinos se fue agrietando y con ello se fue agrietando su carácter y su disposición. Ahora él era el verdadero amo del edificio. Los vecinos le temían y buscaban todas las formas posibles de evitarlo. Pero Joaquín, que sabía absolutamente todo de todos, se las ingeniaba para complicarles cada día de sus vidas. El manejaba la luz, el gas, los teléfonos, el cable, el ascensor, la correspondencia, las visitas, los horarios, y obviamente las intimidades. Su puesto era el de encargado, su sensación la de amo. Tampoco le importó que su esposa le hubiera pedido el divorcio hace años. Cada vez más resentido y cada vez más peligroso hasta que se enteró (siempre se enteraba) que el nuevo administrador había propuesto enviarle el telegrama de jubilación apenas cumpliera los sesenta y cinco años. Y ese día era mañana. No iban esos hijos de puta a arrancarle su victoria. Tenía todo preparado para amargarles la vida un poco más.
Se levantó más temprano que nunca. Cierta felicidad se reflejaba en su rostro distendido. Con una frialdad profesional simuló perfectamente el accidente que lo iba a dejar muerto en el hall del edificio a la vista de todos. A medida que los vecinos iban saliendo para sus trabajos se tropezaban con la dantesca escena. Un cadáver en la entrada era todo un desafío para comenzar el día. El colmo del ridículo lo representaba el abogado del 7 B que madrugó para ir al correo a enviar el ansiado telegrama. La última y más perversa manipulación a la que los sometió Joaquín. Mejor dicho: no fue la la última . Quedaba aún el juicio por accidente que una hija instruída por él le haría al consorcio. Un agujero para quienes habían dejado de pagar los seguros para ahorrar expensas, algo que Joaquín sabía. Como sabía, por lo que había leído en aquel papel, que su vieja enfermedad no le iba a dejar muchos días más de vida.
Después del BRIKS SHOW volvemos a la seriedad.
ResponderEliminarAl menos por un par de días. Gracias por los comentarios y el humor de todos.
Pero Dany, la pucha, que retorciditos que vienen los protagonistas de las últimas entradas "serias".
ResponderEliminarEl empleado de mesa de entradas, el de la cochería, ahora el portero, vas a lograr que pierda la (poca) fe que aún me queda del especimen humano macho.
Aunque nobleza obliga a todos los asemeja eso de tomar una decisión drástica como consecuencia de una experiencia de dolor, ya sea física o emocional.
Son lindos guachitos tus personajes, pero ¡me gustan!
Besos y abrazos azulgrana
Me permitirá el improperio...un verdadero hijo de p...
ResponderEliminarLo peor es que los hay y que lamentablemente la realidad supera la fantasía.
Buen relato Dany!
Abrazo!
Ufff...con ud, Ato, y algún otro tengo problemas para comentar desde mi URL..
ResponderEliminarEs lo que hay!
me gustó mucho el juego con el papel (telegrama - estudios) y el manejo del tiempo narrativo. Qué quiere que le diga Dany , me estoy leyendo mientras escribo y me acuerdo de la clasificación de los comentaristas y puta madre!!! ya no puedo poner nada serio. qué nro. sería esta vez??? Este relato no se lo merece!! Es mooooooooooy bueno! A mí me encantan estos turros que está trayendo últimamente al blog. sandra montelpare
ResponderEliminarYo, lo que creo es que en este caso ni los vecinos se salvan.
ResponderEliminarSandra......esto sigue su ritmo hasta que aparezca el bati-comentarista.jaja.
búh! Por eso en mi edificio no hay portero... Somos una hermandad de “no agrupables”, organizados desde una gran voluntad de no jugar en equipo, mantenemos la unión evitando el contacto manoseador de las reuniones de consorcio, cada uno limpia (si limpia) su parte y no mira la lindera.
ResponderEliminarHay una sola salvedad: si algo “en común” se rompe (o símil), juntamos el menor numero de gente, usamos el menor número de palabras y asentimos con la cabeza, siempre, y ponemos inmediatamente, el dinero correspondiente a cambio de conservar la gloriosa indiferencia. Besos (la gripe me inspira... perdón)
PD: La organización que te cuento no es cuento eh
Pequeñas ventajas de vivir en ciudad tortuga. El gremio SUTERyH es inexistente.
ResponderEliminarPero mientras vivía en ciudad con edificios, descubrí que estos seres son como el Gran Hermano. Es imposible escapa a su mirada. Y dan un miediiiiiito.
PD:
Ojo que el tipo es siniestro pero la idea no es mala, eh. La hija queda parada y los turros de la administración que se caguen por no pagar el seguro.
ay, que buen relato! (la comentarista que halaga)
ResponderEliminarel portero de mi nueva casa, tiene la característica que cuando te ve venir, se va para otro lado para no saludarte. El otro dia me cai en el hall (a sus pies) y mientras yo seguía en el piso, lo único que dijo fue: pero no estaba mojado... yo ya lo había secado! jajaa (la comentarista que habla de si misma y la que se rie de sus propias gracias...)
besos (la amorosa)
Lila (la que no se da cuenta que el nombre se ve en el cuadradito de arriba)
(la pesada que se quedo enganchada en el otro post que ademas, como mamerta, no comento, je)
Una guerra de manipulaciones, el portero de mi edificio es un jodido, su mujer peor... pero mis vecinos son tan olvidables que lo prefiero a él una y mil veces!
ResponderEliminarAbrazo!
Cuando no hay nada que perder, hay que ganar en la derrota, lo cual implica una decisión valiente.
ResponderEliminarMe quedo con la parábola, no voy a hablar de mi encargado.
Un gran abrazo.
Humberto.
Cuanto más leo cosas como estas (la señora Bigud es abogada de varios consorcios), más valoro al encargado de mi edificio. Una isla en medio del océano hostil.
ResponderEliminarUn saludo.
Me encanta el comentario de Pablo :=)
ResponderEliminarTu cuentito: REDONDO!!!
Besote!
=) HUMO
Igual no estáis viendo el origen... siempre hay un origen, e igual se está culpando al pobre Joaquín cuando él es la víctima... no se trata de eso en este mundo? de defender al diablo y culpar a los benditos? de todas formas no trago a sus vecinos, tanto esconderse no es ni medio normal... se merecen más años de vida de Joaquín... jajaja
ResponderEliminarAbrazos!!!
Y me siento profundamente afortunada de no tener encargado en el edificio donde vivo... Hace ya años que se tercerizó el servicio a una empresa de limpieza... Bendición!!!!! El amo siempre gana, de una manera u otra...
ResponderEliminarBueno Dany
Beso
impresionante historia Dany
ResponderEliminarSilvia de Sanlu
Bienvenida Silvia, gracias.
ResponderEliminarBigud, ud ya hizo referencias a su consorcio, debo convenir que es un lugar diferente.
Las generalizaciones son injustas. Creo que en este caso ambas puntas del relato ( encargado y vecinos) tienen sus cosas.
Hola, he estado visitando blogs de amigos y éste me ha parecido muy bueno, tu forma de escribir sin duda engancha, me gustan esos finales de golpe y efecto. Un saludo desde Asturias.
ResponderEliminarjorgemaseda.blogspot.com
Hasta el último día de su vida, se las arregló para jorobar!!!
ResponderEliminarDany, no dejé de leerte nunca. Sólo que blogger no me permitía comentar.
Podré hacerlo ahora...?
Cruzando los dedos para que sí ;)
Un beso o 2 #
Morir matando; qué romántico. Aunque no siempre funciona. Qué gracioso y acertado lo del Bricks show!!!
ResponderEliminarun saludo.
Mortal.
ResponderEliminarPara Joaquín, sobre todo.
Aunque, en el fondo, creo yo, usó como excusa el odio a los vecinos para darse ánimos y boletearse. Espero al menos que haya dejado la canilla cerrada. Veo que es de los encargados que llevan una hojita hasta la calle a fuerza de chorro de manguera.
Sepa que leí esta entrada y luego la anterior, porque en su primer comentario aquí hizo referencia al show de Briks, y pensé que encontraría fotos del susodicho en sunga animal print... pero no.
Y no sé qué clase de comentarista soy. Una que desaparece un tiempo y elige su blog para volver a leer.
No es un halago hacia su pluma, no crea. Es que quise constatar si se había puesto traje de baño o seguía en bolainas.
Beso grande.
(Es necesario decir que me gustó? O ya lo sabe?)
Si... Me gustó... Muestra tu indudable tendencia al fatalismo, que, al fin y al cabo, es una buena manera de reirse de la vida...
ResponderEliminarDany, muy bienvenido a su blog.
ResponderEliminarSabe, me deja pensando en que desde ahora y todas las mañanas, le voy a prestar mas atención al encargado del edificio donde por ahora “vivo”.
Aplauso, muy buen relato.
Un beso.
Muy buen material para una de las CSI! Muy siniestro lo suyo! Ché cuervito, te dejo este link, es de gente letrada como ud.
ResponderEliminarhttp://www.estonoesunarevista.com.ar
En este hay una historia que me recordó mucho a tu manera de escribir.
http://www.estonoesunarevista.com.ar/nro011/blablabla.html
Abrazo, Ato.
Dany:
ResponderEliminarVoy a usar un trecho de este texto para mi "Las frases de los Colegas"... espero que no te moleste.
Un abrazo.
Humberto.
No vino el Sr. Briks, no? Ahhhhhh
ResponderEliminar=D
Junagransiete! Los porteros saben vida y milagro de todos es cierto, eso es útil y peligroso al mismo tiempo. Es un personaje del cual uno debe hacerse amigo (o simular al menos). Este su portero era bastante cretino, pero también le digo que hay que tener una paciencia con la gente ... hay cada uno! Aguante el seguro que hay que pagar religiosamente! en este caso sería la salvación
Salu2
Confiesen!!!! Cuantos vienen para ver si comentó Briks????
ResponderEliminarTraidores!
Guauuuu!!!
ResponderEliminarEntre el personaje del último post de
Humberto y tu Joaquín, estoy anonadada...
Què manera de desperdiciar la vida!
De vivir "agreta" y haciendo una exhibición cotidiana de manejos mezquinos
(Tanto el portero como los vecinos)
Què placer vivir en casa!!! Jejeje!
Por otra parte:
A vos te parece que deba comentar como "anónima"???? Blogger y su
recalcada madre!
Besos fortineros querido cuervo!
BEE.-
Muy bueno.
ResponderEliminarMe recuerda al tipo cuyo doctor le dice:
-Sr. González, tengo muy malas noticias: le quedan seis meses de vida.
-Es terrible, doctor. Además tengo que decirle que en este momento no estoy en condiciones de pagar sus honorarios.
-Está bien, González, le doy un año de vida.
Abrazo.
Maquiavélico el señor Joaquín. Realmente hay gente cuyo objetivo en la vida es joder (no me refiero a hacer el amor ;)) al prójimo. Muy triste,
ResponderEliminarUn abrazo.
"Suicide is painless, brings so many changes ..."
ResponderEliminarAtte/
Bueno Dany, te he visto comentando y comentando por allí,y me he visto curioso de sus propias letras.
ResponderEliminarEs por eso que vengo a apisonarle el césped.
El personaje es malévolo y ya se sabe que los encargados de los edificios son así.
No me voy a extender mucho ni dejar la dirección de la Intendencia que creo ya conoce.
Le dejo eso si, un abrazo.
En la tercera sinfonía , te pierdes en mi boca y tu aliento goza de los placeres lujurioso de morir en mis labios.
ResponderEliminarContinuidad en el blog, gracias si decides pasarte y ser un seguidor.
Mi beso
Bienvenidos Ettiene y Eva.
ResponderEliminarEva: Por ahora prefiero vivir un poco más.
Pua, espero que nunca tendremos un portero asi.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, me parecio... intrigante !
Es increible como me imagine toda la escena.
ResponderEliminarBuena vida!
Buen relato, pero me dejaste pensando, mi encargado (nunca les digas porteros!!) también trabajó en la constructora y al finalizar le dieron el puesto. Creo se siente un poco el dueño de todo, pero hasta ahora no parece amargado, voy a vigilarlo más de cerca, aunque le quedan algunos años para jubilarse. Es cierto que todos los encargados son buenos cuando están a prueba, después, cancherean o changuean todo el día y no los encontrás nunca. Un beso.
ResponderEliminarno sé por qué me hizo acordar al encargado del edificio en donde yo tengo mi departamento.
ResponderEliminarPor suerte, ya no vivo más allí porque me separé.
Que lo soporte mi ex.
Buen relato!
por supuesto que no recuerdo lo que puse en el comentario original (odio a blogger a estas alturas, me tiene harta , como dice eme) pero el encargado es flor de hijo de puta, asi con todas las letras
ResponderEliminary sabe qué? hay tanto de esta calaña suelto por ahí que es de temer
beso
Bueno, la verdad es que no se si es el mejor lugar para la primera cita, pero bueno, todo es cuestión de gustos y bolsillos!
ResponderEliminardeberá disculparme, mi querido, soy una desobediente de las calificaciones y además a usté le gustan mis comentarios, (cof cof)asi que me vine para acá directamente.
ResponderEliminary no llegué al briks show; en fin.
redondo su relato, qué novedad!
los encargados me producen más inquietú que los ciegos. alcanza a ver el alcance de lo que le digo? sobre todo el encargado de acá.
besos, eh?
Me encanto! Tienen una magia tus personajes...
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