Nos metemos despacio y nos acomodamos sin molestar en la cabecita de Miguel. Shhh! está pensando. -Lunes, a trabajar. De algo hay que vivir. Es lo que hay, como dice Mariano. Me puso los cuernos y tenemos que separarnos. Lo importante es arreglar las cosas bien. Tengo que ser maduro y asumir la separación. Me corté mal afeitándome, que lo parió. Alcohol y una curita y todo en orden. Me pongo la camisa nueva. Es temprano tengo tiempo de pasar por el diario y leerlo en una plaza. El hijo de puta del diariero me jode con que River se fue a la B. No importa, ya volveremos. Lindo día. Uhh me cagó una paloma justo en la camisa. Todo bien, no lo hizo a propósito. Vamos a la oficina. De que se rien todos? Hay una página porno en mi computadora. Seguro que fue González. Hay que reconocer que es creativo. Bueno a bajar los mails. Uhhh son como doscientos, leerlos me va a llevar un par de horas. Está bien, hay que dejar todo por escrito aunque sea molesto. Me suena el celular. Es mi hermana. Internaron a mamá. Que se le va a hacer, ya está viejita la pobre. Al mediodía voy a pasar por el hospital. Si, si. Parece que no me dan el ascenso según esta comunicación. A respirar profundo. No hay que amargarse la vida por lo material. Me empezó a doler la muela, que mal. Nada que no pase con un par de calmantes. Celular. Ahh... es mi hija. Dice que está embarazada y no sabe de quién. Me parece que tengo que hablar un poco más con ella. Ahi viene Fernandez. Se lleva la abrochadora. Uh.... la muela me está matando. Se ríen todos otra vez. Necesito la abrochadora. Ahí me la trae.No tiene más ganchitos. No tiene más ganchitos. No tiene más ganchitos. No tiene más g......-. Salimos de la cabeza de Miguel.
En un abrir y cerrar de ojos Miguel saca del cajón del escritorio el cutter, lo despliega , se abalanza sobre Fernández y le corta el cuello profundamente. Fernández se desploma en un río de sangre ante los gritos de espanto de todo el sector Ventas de la empresa. Miguel vuelve a su escritorio despacio y se sienta. -Tantas, pero tantas veces les dije que con los ganchitos no se jode.....
Jajajajajaja, sos tan capo.
ResponderEliminarJuro que yo también odio que me dejen la abrochadora sin ganchitos.
Ojo eh? No te me quedes cerca que me convierto en Miguel.
Mua.
Por las dudas mañana me fijo si tengo ganchitos.
ResponderEliminarEs increíble, pero tan real, con tantas cosas, te saque la menos esperada.
Un beso Dany.
uf, tal cual! yo desde el viernes tengo un mal humor de esos... que desborda...
ResponderEliminartic tac mi instinto asesino...
TIC TAC MIGUEL!
grrrrrrrr
Lo tragicómico por excelencia ^_^
ResponderEliminarMuy buena trama...
Un abrazo.
Ana.
AHHHHHH!! Pero tiene toda la razón del mundo, con los ganchitos no se jode!! Tengo una compañera que me hace lo mismo!!!
ResponderEliminarLo diferente es que no tengo hijas...
Confieso que muy a pesar del charco de sangre me arrancó una terrible carcajada, por sobre todo por que eso suele suceder, aunque sin sacar sangre.
ResponderEliminarA veces es más cínico y maquiavélico.
Abrazo!
Bueno el de los ganchitos parece ser una cuestión fundamental. Yo también suelo quejarme de que siempre me toca recargar a mi >:(
ResponderEliminarMenos mal que salimos a tiempo de la cabecita de Miguel, mire si justo estábamos alli mientras agarraba el cutter ... que momento!
Abrazo
Aunque parezca increible, estas cosas pasan.
ResponderEliminarhttp://edant.clarin.com/diario/2006/06/20/um/m-01219175.htm
El tipo parecía un pan de Dios. Cagate de risa de Michael Douglas en Un día de furia.
Por eso yo los ganchitos - e incluso los clips - no se los niego a nadie.
y sí, más tarde o más temprano TODOS tenemos un límite
ResponderEliminarme manché el jean con sangre, que lo parió
besos
Pero hizo justicia el pobre Miguel! Entre la vida de merde que tiene, su cabeza de standar medio y los problemas que lo atosigan, viene este pescado y le entrega la abrochadora sin ganchitos!!! Lo bien que hizo! Vamos todavía el nuevo discípulo de Barreda! JEJEJE!
ResponderEliminarEstupendo maestro cuervo!
Besos fortineros! :D
Bee Borjas.-
Muy bueno Dany!!
ResponderEliminarMe sorprende la naturalidad con la que cuentas algo que perfectamente podría pasar... jaja
Abrazos!!!
¡Genial, Dany! Su lisergitura es alucinante... o alucinógena sería más correcto.
ResponderEliminar¿Usted hace muy seguido esto de meterse en la cabeza de los demás?
Un abrazo, capo.
Dejar la abrochadora sin ganchitos o la fotocopiadora sin papel es imperdonable!
ResponderEliminarJajaja, muy bueno!Es que el mundo se puede ir al joraca...pero con la abrochadora, no se jode!
ResponderEliminarSaludos!
Les tendria que pasar este posteo a todos los que me piden la abrochadora y la dejan sin ganchitos! jaja Sabes que a mi me encantaria meterme en la cabeza de algunas personas aunque sea 10 minutos! me haria un banquete! Besos Dany!
ResponderEliminarYo hubiera hecho lo mismo. Llega un momento que la paciencia se acaba.
ResponderEliminarMuy, pero MUY bueno Dany ***
Un beso o 2 #
Ego te absolvo, Miguel.
ResponderEliminar(Asombra, Dany, cómo nos hacés enganchar en una historia sin ganchos).
Como Male me acordé al toque de "Un día de furia". Dios aprieta pero no ahora, es mi lema, pero a veces sentís que te meó un elefante con cistitis recién curada.
ResponderEliminarMuy buena entrada, menos mal no uso abrochadora, tampoco engrampadora, pero no se metan con MI silla!!! Amo ese sillon!!! (esa frase es sólo para entendidos).
Beso, Dany, me voy a sufrir con Boquiten, vos contento, supongo, con la performance del cuervo.
Que tío más chungo! jeje
ResponderEliminarUn abrazo
Quién les mandaba salir de la cabecita de Miguel... Le dejaron sin pensamientos benignos.
ResponderEliminarUn saludo.
Y ni hablar con los que te cagan los clips!!
ResponderEliminarpero claro, Miguel, me deja las tetas por el piso que el 99,9 % de las veces que agarro la abrochadora esté sin ganchitos. No se j.o.d.e.!
ResponderEliminarme gusta la posicion del narrador en los últimos textos, es su marca distintiva, diría... bien bien
Hay gente abrochada a una vida miserable que se desengancha a veces mal...
ResponderEliminarAtte/
Ahora me has inspirado contar una historia que muchas de las veces me ha traido un instinto bajo y asesino a la mente... y que si tuviera un revolver a mano, lo habría cumplido...
ResponderEliminarBeso
Y uno no sabe nunca como puede reaccionar una persona sin ganchitos. Y pensar que hay gente que jode con eso... Ta madre..!
ResponderEliminar¡Pero caramba che! Nos saca de la cabeza justo en el segundo crucial. Unos ganchitos de mierda, una madre moribunda y un bombo anónimo no explican el fondo de este relato magistral.
ResponderEliminarMe voy, pero protestando.
Un saludo.
Acabo de leer por ahi,que tenes entradas para Roger Waters? Como es eso? yo no consegui!!!! :( Es como si me hubieran dejado la abrochadora sin ganchitos! jaja Mañana hago el ultimo intento de todas maneras! Besos!!!
ResponderEliminarPasé nomás a agradecerte por haberte pegado una vuelta por mi blog.
ResponderEliminarSaludos y a la espera de una nueva historia!
Es un pequeño soplidito el que revienta el globo recontrainflado.
ResponderEliminarBesos!
Dany sabés una cosa?? Conseguí entradas para el recital!!! :)) No es la ubicación que quería, pero bueno.. ya tengo las entraditas, ahora a esperarrrrrrrrrrrr.
ResponderEliminarSaludo
Miguel es de los que se calentaba - de chico - cuando algun compañerito gritaba "pido ganchoooo"
ResponderEliminarLos comentarios superan al relato. ¡Cuanta gente dispuesta a matar por falta de ganchitos! jajja.
ResponderEliminarAhora que comentaron todos....relean y vean la mayoría de asesinos encubiertos que tenemos.jaja
Gracias a todos! sobre todo al enmascarado.
Tarde, pero seguro, Dany...
ResponderEliminarCreo que tenés una habilidad natural para meterte en la psicología del "sujeto común" y sabés explotar muy bien esas desgracias de entrecasa para llevarlas hasta el extremo.
Si tus finales no suceden en la vida real (más a menudo) es sólo por una cuestión de suerte.
Un gran abrazo, mi querido amigo.
HD
A todos nos llega el día de la abrochadora, es cuestión de tiempo.
ResponderEliminarLo felicito.