29/1/12

Telaraña

Un asesinato por encargo más y dejaba. La edad y sobre todo esa vida tan alejada de la normalidad estaban haciendo mella en su cabeza. Como siempre recibió un sobre y dentro, la habitual fotografía de la víctima, esta vez una mujer de unos sesenta años que seguramente en su juventud habría hecho estragos con su belleza y esos ojos desafiantes. Lo diferente era que en lugar de una locación precisa al dorso tenía coordenadas y unas palabras escritas con letra temblorosa, "no caer en la telaraña". Cargó el GPS, un bolso con ropa para unos días, efectivo suficiente para no dejar rastros y el arma.  Colocó un par de compactos con música de los Beatles. Se sabía todas los temas de memoria y los canturreaba desafinadamente. Luego de varias horas de manejar por rutas desiertas bajo un sol implacable se acercó al lugar indicado. En el GPS no figuraba nada a excepción de la ruta, pero él veía claramente una estación de servicio y algunas construcciones más, entre ellas una especie de hotel viejo y pequeño. Bajó del auto y observando a su alrededor notó algo que lo inquietó. El lugar no parecía haberse quedado en el tiempo, decididamente parecía que él estaba en otro tiempo. Publicidades, peinados, ropa, autos y actitudes lo remontaban a fines de la década del sesenta. Tuvo un mal presentimiento. Entró al hotel. La misma sensación. Un tipo de su edad en la recepción, un par de ventiladores viejos echándole aire caliente. Lo registró de mala gana. En un sofá, una chica de unos veinte años leía ensimismada una revista Radiolandia. Al instante sus ojos se encontraron con los de ella. Esa mirada parecía una súplica. Decididamente algo no andaba bien. Debería terminar con el encargo y salir de ese lugar de mierda. Era tarde y estaba cansado. Pasó de largo la cena y se fue a la habitación. Se desplomó en la cama. De madrugada se despertó sobresaltado. Escuchaba sordamente "Guitarra vas a llorar", uno de sus temas preferidos. La música se acercaba a sus oídos. De pronto, ella, la joven del sofá junto a una vieja radio portátil invadieron su habitación. Con la rapidez de una pantera se desvistió y se metió entre sus sábanas. Recordó el mensaje que hablaba de la telaraña pero al fin y al cabo ese cuerpo fresco e inquieto le ganó la pulseada a la razón. Era la primera vez que le sucedía. Cogió como nunca. Se dejó llevar, durante el día recuperaría la cordura, pensó. Así como llegó, en un par de movimientos, ella y su radio se fueron. Durmió, exhausto, un par de horas más. Bajó, desayunó pausadamente mientras el tipo de la recepción regañaba a la chica que imperturbable seguía tirada en el viejo sofá absorta en sus lecturas de fotonovelas. Todo muy bizarro. Demasiado. Se incorporó y fue directamente hacia el dueño. Con cuidado le mostró la foto, debía comenzar con su encargo. Percibió una mueca de espanto en él cuando la vio pero al instante se recompuso y negó reconocer a la mujer.  Mala señal.
Durante un par de días que se hicieron muy largos no pudo avanzar nada. Y por las noches, la misma escena. Ella, la radio y el sexo frenético. Se sentía tan pleno como confundido.  Una noche la joven se sinceró. Le habló del padre, el viejo de la recepción. Le contó del abuso a la que la sometía desde que su madre murió. Le rogó que se la llevara de ese pueblo fantasma. Estaba complicado, no veía cómo cumplir el encargo ante tanto silencio de la gente y por otra parte ella lo estaba volviendo loco. Loco de deseo. Al día siguiente decidió complacerla. Previamente le pegó un par de balazos al padre abusador y se la llevó con él. Ya vería cómo manejaba el tema del trabajo incumplido. Salieron velozmente del pueblo. Se sentía seguro y animado con la aventura. Nuevamente sonaban los Beatles.
Paró en una estación a reponer combustible, mear  y comprar algo para que comieran. Cuando volvió y se sentó al volante se le heló la sangre. La chica había envejecido.  Reconoció en ella a la mujer de la foto. También se recordó a sí mismo escribiendo tembloroso algo sobre una telaraña. Y esa voz gruesa, inconfundible. - "Dale imbécil, arrancá de una vez. No vamos a llegar nunca a casa si seguís pelotudeando en cada parada. Y sacá a esos Beatles de mierda de una vez, me tienen seca."







47 comentarios:

  1. muy bueeeeeeeeno.Hasta el último punto.
    besos

    ResponderEliminar
  2. Una memento de la que nadie querría volver, pobre tipo, cry guitar, the dream's over...
    Bueno, busquemos la parte positiva: por las noches la pasaba de maravillas. o eso le parecía.
    Un abrazo.
    HD

    ResponderEliminar
  3. Mire, a mí no me engaña: El tipo no era un asesino ni a palos porque querer matar a su mujer es el sueño de todo hombre.
    Buen relato.

    ResponderEliminar
  4. El Payaso de Los Simpsons30 de enero de 2012, 0:31

    Desaparecí un par de décadas, pero veo que nada cambió... Relatos para el aplauso, y protagonistas que se la pasan cogiendo... Brindo por eso... Salú...!!!

    ResponderEliminar
  5. me capturó desde el principio!

    pobre tipo!

    beso grande!

    ResponderEliminar
  6. Y si, la mujer lo volvió a enganchar con dotes de gatubela...

    Un beso Dany

    ResponderEliminar
  7. le digo algo Dany, el verano y el calor le sientan bien...si, a usted. Muy buena historia, me encantó

    ahora el tipo...un pelotudo importante, porq no era ningun pendejo como para pensar unicamente con la cabeza inadecuada, en fin

    besos!!

    ResponderEliminar
  8. No! No caer en la telaraña, por favor!

    Me dolería que alguien se desenamorara de mí, pero me jodería la vida que aún así se quedara conmigo. Esa telaraña puede envolvernos a todos...


    Y comparto el brindis del Payaso de los Simpsons!


    Hola, Dany.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Jazmín. La saqué un rato de FB. Gracias por pasar.

      Eliminar
  9. ¿Cuántas veces habrá vuelto al pasado para intentar matarla?
    ¿Cuántas veces habrá vuelto a caer en la telaraña?
    ¿Se puede escapar del sino?




    Faaaaaaa. Me levanté filosófica. Creo que el cloro de la pileta me está afectando.

    ResponderEliminar
  10. Algún día la temporada de pileta se cerrará y volveremos todos a igualarnos. Tomá!

    ResponderEliminar
  11. Que genial tu escritoooooooooo!!!!!!!

    Me dejaste pensando en cómo parece gustarnos caer una y otra vez en cierta telarañas... ==?

    P.D.:Como casi todos los hombres no le paso bola a las señales de alerta y ahora se tiene que fumar la cruel realidat en pipa!!
    jajajajaajajajaj

    BESOS ENLAZADOS ;)

    ResponderEliminar
  12. Muy bueno!
    Me hiela la sangre nomás.
    Abrazo!

    ResponderEliminar
  13. Bueno... el muchacho hizo lo que pudo. La verdad que por cómo le daban, parece que la chica no tenía ninguna telaraña (al menos ahí)

    ResponderEliminar
  14. Uyyyy que vieja desgraciada!!! Ya sé, ya sé, el tipo es un bobo importante, pero me da lástima...
    Esta historia es alucinógena. Jajajaja!!! Para estar a tono con los 60 y con George y el Eric. :D
    Excelente papá cuervín!!!
    Besos azules y blancos!

    ResponderEliminar
  15. La misma historia de siempre. Con uno o dos polvos se evitan las consecuencias. Es terrible, pero lo cierto es que uno es tan frágil...

    Muy bueno.

    Un saludo.

    PS: Gracias por el video que me mandó.

    ResponderEliminar
  16. Una maravilla. Me agendo ese hotel.

    Abrazo, Dany.

    ResponderEliminar
  17. Bueno, al menos recordó porqué esa vieja insoportable era su mujer ... que leerá la mina ahora? Paparazzi?

    =D

    Muy bueno como siempre
    abrazo

    ResponderEliminar
  18. Páseme la foto de la vieja de mierda a mí que le voy a explicar cuantos pares son dos zapatos...¿cómo se le ocurre hablar en esos términos de los Beatles???!!

    ResponderEliminar
  19. Me acabo de dar cuenta que soy como esa mujer y la Panda al mismo tiempo - Ni bien dijiste Beatles, me agarraron nauseas!! Ché, no será eso? Lo del sexo, se entiende...Cómo va esa cura? :-)

    ResponderEliminar
  20. ¿Qué relato? :)

    ¿Cómo son los meses obcecados?

    ResponderEliminar
  21. Hola!!!
    Esta vez estoy aquí, solo para recordarte que el día 3 finaliza la votación, en el concurso que estamos participando…
    Buena semana con un abrazo de oso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ahh....y yo sin ir a la peluquería. Tengo un voto en ese concurso......

      Eliminar
    2. Ahhhhhhhh, a ella no le decís nada?????

      Eliminar
  22. Se ve que estaba ya pensando en el retiro porque una mirada hipnótica que ha sabido hacer estragos no e olvida tan fácil, especialmente si coge como las diosas...
    Pero una cosa sí es cierta, para él, ese comentario despectivo sobre esa banda inglesa, le dio la excusa pra cumplir con el contrato.
    Abrazos!

    ResponderEliminar
  23. La señal era clara... leer la Radiolandia le chamuscó la cabeza, pero cogía divinamente según él... mmmm
    algo pasó en el medio, convertirse en esa vieja mala onda de una? no sé, me quedé pensando! já.

    Me encantó el clima que describís en el hotel.
    Muy bueno Dany!

    Y el tema buenísimo! es lindísimo ;)

    Besooooo!

    ResponderEliminar
  24. Glorioso relato, ¡me pareció genial!
    Un gusto haber dado con este lugar,
    D.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por la visita, tocayo. Y gracias a Miralunas por hacer el puente.

      Eliminar
  25. Que bueno!Que bueno!!!!

    Atrapante Dany, en particular el juego con los tiempos y otras lides, en los relatos y aún asi en la "realidad" me gustan, me atrapan.

    Buen relato amigo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi son los que más me gustan....realidades alteradas, sueños entremezclados, fantasías con el tiempo. Gracias!

      Eliminar
  26. uuuuuuu Danyy vos tenés cada pretención, no ves que la cosa es leer al otro!!!

    ResponderEliminar
  27. ¿A comentar que se acaba el mundo? Besos a ambas!

    ResponderEliminar
  28. lindo relato, dany...
    venís poniendo muy... pero muy buena música...!!!

    ResponderEliminar
  29. Dany, genial! Me gusto mucho su relato con sabor a novela negra y final inesperado. Quizás, y para mi, uno de los mejores.

    Un saludo (actual).

    ResponderEliminar
  30. El tipo se quedó colgado del pasado, cuando cogian frenéticamente, y no se había dado cuenta que a ella no le gustaban Los Beatles...

    Ahora, bancátela m´hijito... Matarla te va a salir mucho mas caro...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo cierto es que para seducirlo le hizo creer que si le gustaban. Habria que escribir la versión de ella.......(como siempre). Un beso!

      Eliminar
  31. Genial!
    Una telaraña, tejida con las agujas del reloj.
    Hombres...
    Se ve que esta mujer tejía mas rápido que el ;)...
    Besos!

    ResponderEliminar
  32. Interesante relato.
    El cuerpo tiene memoria,dicen los que saben.
    Más memoria que la memoria.

    besos!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida Mona! Acaba de reparar una injusticia jajajaj.

      Eliminar
  33. Me encantó!!!! y el final espeluznante!!! como siempre Dany ,tus relatos una maravilla!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Parece que se acabaron las vacaciones Marialauchi! Un beso!

      Eliminar

Comenten ahora o callen para siempre