Que familia no tiene un conflicto interno fuerte, algo que esconder, algo que averguenza a algunos integrantes? Casi ninguna, diría. Como sugiere el dicho, "todos tenemos un muerto en el ropero".
Por lo tanto, aflojemos con la amargura de soportarlo y convivamos con él de la mejor manera, porque de lo contrario los muertos pasaremos a ser nosotros ( siempre y cuando, se entiende, no seamos nosotros mismos, los esqueletos del placard de nuestra familia). Yo tengo, y seguro que vos también. No existen los Ingalls aunque a menudo el silencio y las complicidades se sumen para desmentirlo, lo cierto es que todos nos terminamos pareciéndonos más a Los Locos Adams ( para seguir usando referencias televisivas) y en verdad no sé bien a esta altura de la vida que es lo que más nos conviene porque la familia perfecta en cierto punto parece muerta y los monstruos están llenos de vida. Deberíamos quedarnos con lo que supimos conseguir y disfrutar riéndonos de lo que hasta ahora nos paralizaba.
Cuanta razón. Ahora mismo salgo del ropero.
ResponderEliminar¿Que terribles secretos autobiograficos escondera semejante confesion? Horacio de Laferrere
ResponderEliminarComo dice la contradicción más cierta a la que nos llevan los lazos del cariño: De mi familia hablo, pero no escucho...=)
ResponderEliminarAhora, en este preciso momento, estoy incorporando nuevos muertos en mi ropero familiar. Duelen un poco, ya que involucran a lo que mas quiero que son mis hijos. Los míos, los propios, digo, trato de sobrellevarlos de la mejor manera posible. Tratando que no perjudiquen a los demás.
ResponderEliminarLos que me quieran, tienen que saber que vengo en combo, aunque no les pienso cobrar 0,50 cents. mas...