19/11/10

Los esqueletos en el ropero

Que familia no tiene un conflicto interno fuerte, algo que esconder, algo que averguenza a algunos integrantes? Casi ninguna, diría. Como sugiere el dicho, "todos tenemos un muerto en el ropero".
Por lo tanto, aflojemos con la amargura de soportarlo y convivamos con él de la mejor manera, porque de lo contrario los muertos pasaremos a ser nosotros ( siempre y cuando, se entiende, no seamos nosotros mismos,  los esqueletos del placard de nuestra familia). Yo tengo, y seguro que vos también. No existen los Ingalls aunque a menudo el silencio y las complicidades se sumen para desmentirlo, lo cierto es que todos nos terminamos pareciéndonos más a Los Locos Adams ( para seguir usando referencias televisivas) y en verdad no sé bien a esta altura de la vida que es lo que más nos conviene porque la familia perfecta en cierto punto parece muerta y los monstruos están llenos de vida. Deberíamos quedarnos con lo  que supimos conseguir y disfrutar riéndonos de lo que hasta ahora nos paralizaba.

4 comentarios:

  1. Cuanta razón. Ahora mismo salgo del ropero.

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  2. ¿Que terribles secretos autobiograficos escondera semejante confesion? Horacio de Laferrere

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  3. Como dice la contradicción más cierta a la que nos llevan los lazos del cariño: De mi familia hablo, pero no escucho...=)

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  4. Ahora, en este preciso momento, estoy incorporando nuevos muertos en mi ropero familiar. Duelen un poco, ya que involucran a lo que mas quiero que son mis hijos. Los míos, los propios, digo, trato de sobrellevarlos de la mejor manera posible. Tratando que no perjudiquen a los demás.
    Los que me quieran, tienen que saber que vengo en combo, aunque no les pienso cobrar 0,50 cents. mas...

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