Guido tenía la sensación de que ese día no se lo iba a olvidar nunca más. Repasó los hechos mientras manejaba a más de 160 km/h por la autopista. Precisamente lo primero que hizo fue dirigirse temprano a la concesionaria a retirar su 4 x 4 Hummer 6.0 V8 Luxury Super Charger. La misma que disfrutaba en estos momentos. Bebió el último sorbo de Red Bull y arrojó la lata vacía por la ventanilla. Eran cerca de las nueve de la noche. Siguió recordando. Al mediodía fue a almorzar al Hotel Four Seasons donde concretó un negocio millonario con empresarios chinos. Un negocio que había paladeado durante meses. Traería productos chinos subfacturados. El soborno a la gente de la Aduana estaba también cerrado. Ganaría fortunas y de paso hundiría la fábrica de su hermano. Ese mismo que un día delante de sus padres le dijo que era un hijo de puta sin escrúpulos. Nunca volvieron a hablar. Luego de comer se quedó en el hotel. Se quedó en una habitación esperando a la hija de su socio. La pendeja tenía veinte años, la mitad de su edad. Se la pasaban cogiendo. También compartían algo de cocaína. Luego se fue de compras a gastar a cuenta. Estaba eufórico. Un par de trajes de Armani, zapatos Ferragamo. No olvidó a su mujer que ese día cumplía años y estaba embarazada de su tercer hijo. Un costoso reloj Cartier con diamantes para ella.
De pronto un ruido contra su paragolpes. -Maldito perro de mierda- gritó. Detuvo la marcha al instante y se bajó para comprobar daños de su flamante vehículo. El cuerpo muerto de un pibe lo paralizó. Se enfureció.
-Hijo de puta, negro de mierda- retiró el cuerpo poniendo cuidando en los detalles y lo arrojó a una zanja. No había testigos. Subió a la camioneta tratando de componerse. Hizo algunos kilómetros pero no pudo más. Paró a un costado. Iba a llamar al 911 para hacer la denuncia. Su BlackBerry Bold 9700 sonó antes que él haga el llamado. Era Tatiana, la pendeja. Estaba loco por ella. Se desconcentró y empezó a jugar con la conversación de enamorados. Poco a poco se fue olvidando del incidente. Puso marcha y llegó al Highland Park donde la fiesta de cumpleaños de su mujer lo estaba esperando.
Jonathan estaba muerto de miedo. Bajaba la cabeza frente a los policías. Aprendió a temerles de chico cuando supo que balearon a su hermano. Pero esta vez el padre lo llevó para que diga lo mismo que le había contado a él. Jonathan con sus diez años se había hecho experto en reconocer marcas de autos. Solía pararse a la vera de la autopista y jugaba a adivinar. Vio una camioneta que no reconocía y le llamó la atención. Vio cuando atropellaba a alguien que imprudente, cruzaba la autopista . Vio que se detenía y corrió. Corrió para ver la marca de la camioneta que no conocía, no por otra cuestión. Hummer 6.0 V8 Luxury Super Charger, memorizó. Eso mismo repitió ante la policía.
Guido no se equivocó con la sensación de que ese día no se lo iba a olvidar nunca más. Jonathan tampocó se equivocó con el nombre del vehículo.
Masivamente en la encuesta me mandaron a laburar. Más votos familiares que de amigos blogueros.
ResponderEliminarEsta entrada parece poco real, pero temo que pase más de lo que imaginamos.
El video, sin desperdicios.
flor de hijo de puta ese Guido.
ResponderEliminarno tengo ninguna duda de que esta historia sea absolutamente real
dicen que la justicia es lenta y tambien dicen que la justicia divina llega tarde o temprano, bueno espero que a los Guido que andan por el mundo, ambas justicias realmente los alcancen alguna vez
besos
Yo creo que "cualquier similitud con la realidad es mera coincidencia..." Perfectamente escrito Dany, muy buen relato *
ResponderEliminarUn beso o 2 ***
Ciertamente hay personas sin escrúpulos, y frecuentemente en las noticias escuchas el caso de una persona que ha huido después de atropellar a otra. Lamentable.
ResponderEliminarBuena entrada,
Un abrazo.
Qué crueldad de parte de su familia. Personalmente, prefiero que me manden a cagar que a laburar: lo primero lo hago mucho mejor y lo disfruto.
ResponderEliminar¿La gente como Guido va en cana alguna vez? En serio me lo pregunto.
Un abrazo.
Guido se lo tenía bien merecido, por roñoso. Odio a la gente que tira basura por la ventanilla del auto.
ResponderEliminarExcelente lo suyo.
Felices Pascuas.
Primero al leer el título pensé que eran las marcas de alguna frenada en el biorsi... y al final eran frenadas nomás! jajajajaja! Y qué cagada, che!
ResponderEliminarNo sólo andas juntando bloggers a patadas, ahora buscas sponsors también? juaaaaaaaaaaaa!
Encima que no deja nada tirado y se preocupa por ocultar el cuerpo tiene que haber un pendejo metido... adonde iremos a parar? jajajaja!
Felices Pascuas, abrazo
Laura: Si. Creo que lo que más disfrutan y lo he visto, es la impunidad.
ResponderEliminarEleanor: Si si......Guido es totalmente figurado...a ver si todavía me hacen un juicio.jaj
Pedro: Lo que veo por acá es que muchos se jactan de romper todas las reglas. Y agregan a cada obstáculo: "Pais de mierda".
Yoni: Jjaja me hiciste reir. Más allá de la ironía yo también siento mucha bronca con los que arrojan cosas por la ventanilla.
Pablo: ¿Jamás un comentario serio y reflexivo?
Nooo.....mejor no. Necesitamos tus risas. Ya es todo demasiado duro. Lo de los sponsors no está mal......"Frutería La zanahoria inquieta" auspicia esta entrada..........nada mal.
Sir Lothar: familia y amigos.......todos complotados. No quiero laburar más.
ResponderEliminarY si algunos van en cana. Un porcentaje menor cuyos abogados no estuvieron a la altura. Abrazo
Labura, labura, que dicen que el trabajo dignifica, aunque seguramente sea mentira.
ResponderEliminarSaludos, y enhorabuena por tu relato, me gusta el fluir de tus historias.
Fue una especie de "Historias Mínimas", de "Babel".
ResponderEliminarDestinos que se entrecruzan, caminos que chocan pero siguen.
Es un afecto dominó. Nadie está a salvo de la causa/efecto.
Y ahi es cuando te das cuenta que TU vida no es de ninguna marca costosa por la que alguien quiere pagar.
Besos para voce!
Me encantó el relato Dany!! Me encanta saber que es FICCION porque la realidad es mucho peor. En la vida real, tengo un alumno en el cementerio y el que lo atropelló y abandono despues de volarlo 100 metros suelto y CON REGISTRO de conducir.
ResponderEliminarEstoy con Sandra. Parece mentira pero pasa.
ResponderEliminarChe, el video ... im-per-di-ble!
Muy bueno el video! En Batán a Guido lo están esperando para darle una linda bienvenida.
ResponderEliminarEl Chino, el Tuerto y Caracú, ya le prepararon la suite nupcial. Vaselina no hay...
ay, dany! vaya a saber porqué, vi antes el video. y despues, llorando de rabia (de verdad, llorando) leí esa historia. y ahora, con la impotencia de últimamente pienso que hoy me desperté sin ganas de ir a trabajar. (otro día le cuento dónde trabajo) qué mezcla de impotentes rabia y tristeza me llevo puestas!
ResponderEliminarmierd! qué precisa elección de historia y remate.
le dejo un abrazo!
ah, me limpió un poco el alma ese tiro para el lado de la justicia! un beso
ResponderEliminarLA VI-DA te da sorpresas sorpresas te da LA VI-DA.
ResponderEliminarAunque te sigo bloguer no me actualiza tus relatos... fucking bloguer.
muy bueno Dany!!!
ResponderEliminarun gusto de lectura de contrasentidos...
Un abrazo vasco!!
Quiero denunciar al Lic. Sigmund Timelli, que no permite comisiones internas en Dislate Azulgrana. Publica notas de gente extraña, y no le permite el ingreso a la redaccion a Diego Laconchagaray.
ResponderEliminarJunto con CrOsTI manejan a su antojo el blog, que ya estaria vendido al grupo Garkin.
Gracias por el espacio.
Muy bueno el video, aunque da muy rojizo.
Guido es Mortenssen?
Lo único que le faltaba a ese Guido para llenar el cartón y cantar Bingo de una persona horrenda es que fuera hincha de Racing.
ResponderEliminarAlguien por ahí preguntó si alguna vez
ésta clase de personas van presos y yo les digo que no.
Alguien atropella a una transeunte, se escapa, hace la denuncia de que le robaron el auto y a los sumo, si le llega a salir mal el verso, le dan la Probation y lo ponen a leer cuentitos a los ciegos.
ya hay un caso que sienta precedentes...
Abrazo y buen relato!
Bue-ni-si-mo!
ResponderEliminarMe atrapas de principio a fin, que bien escrito. Besoss
ResponderEliminarsi tenes una hummer te pararía la policía porque esta prohibido andar con eso por la ciudad. =)
ResponderEliminary se soluciona el problema del atropellado, entonces ahí si estaría buena la vida de Guido. jaja
Un tipo de mierda... como tantos y tantos y tantos y tantos...
ResponderEliminarY sucio encima, estoy con Yoni...
Todo llega, decía mi galleguísima abuela...
Beso
Bienvenida La Hilarante. Ni sabía lo de la Hummer.....pero con la policía que tenemos....creo que la historia podría continuar igual......mientras están ocupado pidiéndole la última patente paga al tío de Jonathan que es albañil........
ResponderEliminarAnónimo no haga publicidad de blogs de los que no participo jaja.
Un buen relato, Dany, ese machacar con las marcas y modelos dicta un ritmo que genera un clima de bronca de antemano. Un final inesperado que nos deja un sabor a justicia que no se da en la vida real. Lamentablemente.
ResponderEliminarMuchas gracias por haber puesto mi "Cheshire" entre esos relatos que te gustaron, te aseguro que lo valoro más que el Silver Award que me asignó Artmajeur. No es una fórmula de cortesía ni una careteada, te lo digo desde el fondo de mi corazoncito brasileño.
Humberto.
Muy bien descriptos los tipos y los signos que los identifican y marcan diferencias.
ResponderEliminarGuido, un tremendo hdp... ¡mire que arrojar la lata por la ventanilla...!
Tal cual dice la Conde, Guido es un gran hdp!! Estas cosas, como decís, pasan muy seguido, lamentablemente.
ResponderEliminarEl tema es si el señor, como pasa mucho también en la realidad, tira unos mangos y todo es olvidado.
Un beso.
Este me gustó, no hubo excesos. Besos y nos vemos el viernes.
ResponderEliminarMuy atrapante! me gustó el detalle de resaltar las marcas en negrita, y genial agarrate catalina!
ResponderEliminar(hay afiche para usted en tómalo o déjalo)
Saludos!