El sol se reflejó en su rostro. Abrió un ojo con esfuerzo. El panorama lo aterró ya que estaba en el medio de una veintena de cocodrilos. Algunos lo miraban con miedo y él podía notarlo. Hasta que se dio cuenta de la realidad. Él también era un cocodrilo. Un cocodrilo enorme. Se espantó de tal manera que su cola comenzó a moverse desenfrenadamente. Algunos cocodrilos se corrieron. Estuvo en shock unas horas.
Descubrió que se encontraba en una especie de zoológico. La gente lo miraba desde arriba y escuchaba sus voces en inglés.
Lo último que recordaba de antes de esta vida anfibia era un hospital. Hasta ahí había llegado por un accidente automovilístico. El rostro de su mujer llorosa que le aferraba la mano. Una luz blanca potente y nada más. Hasta que se despertó como cocodrilo. En vida, o mejor dicho en su otra vida, todo el mundo le decía Coco. Ironías de la reencarnación, pensó. Porque ya había concluído que había reencarnado. Obviamente no podía hablar, ni hacer señas......solo pensar y escuchar todas esas voces en inglés, idioma para el que siempre fue un negado. Lloró muchas amargas horas. Lágrimas de cocodrilo, claro. No podía dejar de pensar en lo que siempre le decía su mujer. -Coco, vos tenés un cocodrilo en el bolsillo, querido- O las frases de Jorge, su amigo del alma- Cocodrilo que se duerme, cartera-.
Los días eran interminables, la cabeza no paraba de pensar al mismo tiempo que su cuerpo de cocodrilo hacía todo lo que un animal de su especie hace. La comida era abundante y variada aunque de baja calidad. Comprobó que el apareamiento dura un minuto y que para su desgracia machista, era hembra y el tema era doloroso. Ni siquiera tuvo la fortuna de reencarnar en un conejo macho. Todo transcurría, digamos, normalmente, si es que esta situación puede considerarse normal. Hasta que un día vio entre la gente que visitaba el estanque a su amigo Jorge. Nada pudo hacer para llamar su atención. Se movía furiosamente. Jorge lo miraba y parecía llamar a alguien. La gente comenzó a juntarse para ver el espectáculo que daba Coco, perdón, el cocodrilo, agitándose de un lado a otro. Una mujer se acercó a Jorge y lo besó tiernamente en los labios mientras él le tomaba la cintura atrayéndola. La mujer de Coco. Su mujer.
Nadie puede explicar aún en el acuario de Miami cómo un cocodrilo hembra pudo llegar hasta la baranda y masticarse sin contemplaciones a un turista argentino. Tampoco por qué, en el momento de ser sacrificado, el cocodrilo parecía sonreir.
Parece que se viene un período lisérgico. Mucho Hendrix.
ResponderEliminaraqui soportaremos estoicamente cualquier período
ResponderEliminaryendo a Coco, pobrecita, qué poco le duró la reencarnación!!
beso
Bienvenido entonces el período Hendrix !!! Con lo que me gusta...
ResponderEliminarCon respecto al cocodrilo: muy buena venganza! Confieso que me hiciste reir con los chistes de cocodrilo *
Un beso o 2 !
Jaja menuda reencarnación. Al final pudo conseguir un bocado de mayor calidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Qué forma de agradecer a un amigo que le quite las penas a tu mujer (exmujer,viuda o que se yo)!
ResponderEliminarUn saludo.
Aupa Dany!!
ResponderEliminartremenda venganza, esto va de bocados... jaja.
Un abrazo!!
pero qué resentido este Coco, mamita! se lo tomo muy a pecho! Ser reptil tiene sus beneficios: hacer animaladas como el cierre deja la conciencia en paz! jejjj Siga don Dany en esta etapa lisérgica, dele nomás
ResponderEliminarPues vaya con Coco... si es que es lo de siempre, la venganza es un plato que se sirve en frio!... aunque en este caso lo haya tenido que pagar con la vida... pero como bien dices... parecia sonreir... se fue satisfecho!
ResponderEliminarUn abrazo!
yap! tres jevi! ui,ui. me he reído a carcajadas!
ResponderEliminaryo ni una i de inglés, pero hay señas que son universales.
genial! g.e.n.i.a.l!
un beso
Que buena la ultima imagen, la sonrisa de sentirse vengada
ResponderEliminarJajaaj... Jorge un visionario, cocodrilo que se duerme es cartera.
ResponderEliminarMuy bueno tu período lisérgico!!!
Besos
Ah, bue! El pobre tipo reencarna en un bicho menos expresivo que Santo Biasatti constipado, dejame de joder! jajajajajaja!
ResponderEliminarLo que no entiendo es por qué sacrificaron a un animal que se comió un inmigrante ilegal, si ahora en Florida se está promoviendo la misma ley que en Texas! jajajajajaja!
Buen finde, abrazo.
Jajajajajajaja.
ResponderEliminarYo quiero reencarnar en Coca.
Sarli, claro.
¿Qué pretende usted de mi?
Una versión sudaca de la metamorfosis de Kafka! Me encantó!
ResponderEliminarÉste me encantó, Dany, tiene todo el humor y lo escribiste con mucho talento, uno de los mejores textos que leí en este espacio.
ResponderEliminarQuiero confesarte que, al principio, me imaginé una versión modificada del Axolotl, pero enseguida tu creatividad me dio un piña y me mostró que no hay que prejuzgar antes de terminar.
Un abrazo enorme.
Humberto.
Gracias por los comentarios. Sus distintas visiones enriquecen la historia. El humor, gran parte se trata de esto, es para mi, innegociable.
ResponderEliminarBienvenido Optimus.
Humberto....hay cosas que inspiran historias puede haber sido Cortazar.....Kafka o unas copas de vino jajja. Abrazo y gracias.
No pienso votar en su encuesta si no pone la opción "Lisérgico".
ResponderEliminarMuy bueno lo de Coco.
Un abrazo y escriba lo que le salga de... del lugar de donde le salen las cosas que escribe (alma, pelotas, etc.).
Me encantaría estar dentro de un cocodrilo, abrazado al Diego, el ogro Fabbiani y dos rubias con pechos operados
ResponderEliminarEx-ce-len-te estimado!! Me encantó! No dejó pasar ni un detalle!!
ResponderEliminarQue mala persona, digo, cocodrilo que está hecho Coco. Saludos.
ResponderEliminarTranquila la reencarnación de Coco jajaja
ResponderEliminarMe causó gracia tu encuesta "que ponga un polirubro"?
Lei el finalll, el tan ansiado final de Asesino de asesinos! La verdad que no me lo esperaba asi.. y me pareció bien.
Porque no caiste en lo predecible que hubiera sido que se muera el psicopata de Aureliano, nada que ver.. me gustó me gustó. Patentelo amigo!
Te mando un abrazó cordobés!
Sabés Cordoba, casi creo que sos la única que no se identificó con Aureliano. Brynhild puede que también.......a mi tampoco me gustaba mucho pero debo reconocer que me salvó Gabriel...digo Aureliano. Un beso.
ResponderEliminarDany genial!!!
ResponderEliminarMe encantó la historia, esa mezcla de humor negro con suspenso y ¿ficción?
Si reencarno, quiero ser otra vez humanaaaa!!!!
Un beso grande!!!
Hola Paula. Yo tengo la duda entre de reencarnar en mi mismo otra vez........y corregir un montón de cosas o reencarnar en un conejo macho.
ResponderEliminarEstá genial.
ResponderEliminarHe pensado, "bien, un cocodrilo hembra para que experimente nuevas sensaciones...". Después continué leyendo y al final tu relato me hizo reir: este sería el mejor final para el ex-amigo Jorge? (yo no habría encontrado otro mejor). Leí un libro en el que había una granja de cocodrilos en Sudáfrica y los empleados eran chinos... curioso.
Es muy original, de veras.
un abrazo
Muy buena idea la suya. Por qué no pensar que los accidentes con animales, y los otros, tienen algo que ver con las nuevas formas y condiciones que nos son asignadas del otro lado del muro.
ResponderEliminarUn saludo.
Oiga!
ResponderEliminarJuro que comenté y no veo nada....
le decía que Jorge no tenía códigos porque la mujer de un amigo no tiene tetas.
ResponderEliminarY también, ahora no tiene marido por segunda vez porque Coco se lo lastró.
Abrazo!
Me ha gustado mucho tu escritura.
ResponderEliminarSaludes!
Yoni: No le quepa duda. Vaya a saber si las langostas son trabajadores rurales explotados en otras vidas. Abrazo
ResponderEliminarCarugo: Quizá Jorge reecarne en un émulo de Cocodrilo Dundee pera ya va a ser tarde. Abrazo
Bienvenido Pablix.
ResponderEliminarBuenísimo Capo! Muy Cortazariano! Nos vemos en Cocodrilo!
ResponderEliminarBuenísimo, estimado. Un 10 el cuento.
ResponderEliminarAh, ya que todos piden, yo prefiero reencarnar en chancha.
(sigo leyendo el que sigue)
Gracias Jazmin.......ud siempre viene tranquila leyendo sin apuro.....envidiable.
ResponderEliminarQué genial... la frase "Ironías de la reencarnación, pensó" me provocó ganas de aplaudirte! jaja
ResponderEliminarMuy bueno, es un placer leerte... más allá de cualquier desenlace tragicómico.
Abrazos Dany,
Ana
muy bueno el del cocodrilo, la verdad que no lo habia leido. que ocurrira finalmente, cuando desencarnemos. justamente, una de las posibilidades es que uno termine convertido en un lagarto, tal cual expones magistralmente en tu relato. muy bueno.....segui adelante
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